domingo, 5 de diciembre de 2010

Hoy me ha dado por pensar


Si, será porque hoy no trabajo y no tengo otra cosa mejor que hacer que pensar tonterías, o quizá por un montón de circunstancia que hacen que uno retuerza las cosas hasta llevarlas al absurdo. Así que, que nadie espere una entrada filosófica, sino un par de estupideces surgidas de una mente ídem.
Todos habréis escuchado la noticia de los controladores aéreos. Miles de personas encerradas en los aeropuertos, llorando algunas, destrozadas todas sus ilusiones decían. Estado de Alarma, un país colapsado, la ruina en estos momentos de crisis. ¿nos hemos vuelto locos? pienso yo. Hace apenas un siglo, volar era cosa de pájaros y no hace mas de 20 años cosa de ricos.
Ahora, un colectivo se declara en huelga y se declara el estado de alerta. El turismo sufre en descalabro, el consumo disminuye. Vamos, una tragedia. ¿Por qué no viajar en coche?
Punset dice en su blog que si alguna vez hemos pensado que para desplazar a un ser humano que de media pesa 75 kilos, hace falta una máquina tan sofisticada y pesada como un coche de nada menos que 500 kilos, echando humo y contaminando el espacio hasta hacer una agujero en el cielo.
Y es que yo pienso que este mundo es raro. Nos gusta más el humo que el oxigeno. No hay más que vernos fumar. ¿Existe acto más absurdo en el ser humano que fumar?.Yo por más que pienso solo encuentro uno: el masoquismo. Masoquismo y tabaco son casi sinónimos. Ambos parece ser que dan placer a costa de sufrimiento. Nunca me gustó el tabaco pero fui fumador por un breve espacio de tiempo y nada más dejarlo comencé a fijarme en lo absurdo del fumar. Gastar dinero para provocarnos un cáncer y asfixiarnos. Ridículo ¿no?
Claro que si pensamos en lo que nos gastamos y con que poco podríamos vivir si prescindiéramos de la mitad de la cosas que no nos sirven para nada. Ahí me incluyo. ¿cuantas veces nos hemos obsesionado por un objeto, no sé, un perfume por ejemplo, o una tele más grande o una camiseta de marca. Hemos ahorrado, hemos batallado contra nosotros mismos, haciéndonos ver que no nos hace falta, pero al final un impulso ha hecho que nuestras piernas nos lleven hasta la tienda en cuestión donde hemos invertido nuestro dinero en semejante estupidez.
¿Y cuando llegas a casa? Sacas tu perfume, lo hueles, lo dejas en el estante y al tercer día ya casi ni te acuerdas. A por otro objeto
¿por que pienso esto?Pues no sé. Seguramente el aburrimiento, o algo que habré visto por ahí¿Que nos mueve hacia el consumo?
He visto luego una película, de esas serie B que tanto me gustan. Una historia de amor. ¿Es que a nadie le pasa que solo nos gusta quien no nos hace caso? precisamente de esa persona es de la que no enamoramos, porque si desde el principio es fácil deja de tener interés para nosotros. Es como fumar, otra forma de masoquismo.
En fin, lo siento por los que quisieron volar y no pudieron, por los fumadores y los masoquistas. Lo siento por mi mismo que se me ocurren cosas tan tontas, pero tal vez tenga razón Punset cuando dice que ninguna de nuestras neuronas sabe quien somos, ni tampoco les importa...Al menos con las mías se confirma su tesis.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cementerio de Palma de Mallorca


Casi me había olvidado que este verano, durante mis vacaciones en Mallorca, aproveché un día nublado para visitar el espectacular cementerio de la capital. Cada tarde al pasar por una de las principales carreteras que circundan la ciudad de Palma, veía alzarse los panteones y tumbas sobre la ladera y al final no pude resistirme.
Me armé cámara en mano y me adentré en este precioso lugar que, como cada ciudad, tiene sus propias peculiaridades.
Lo que más me gustó fue el silencio y la tranquilidad con la que me encontré dentro. Ni una sola persona se cruzó en mi camino.Nadie. Mejor, así pude utilizar mi Reflex recién estrenada y perderme entre nichos y sepulturas, disfrutando del inicio en la fotografía funeraria. Lo segundo que me impactó fue el color de la piedra. Debido a la cercanía del mar y la humedad de la isla, la piedra, como se puede comprobar en las fotos, esta completamente mohosa y ennegrecida. Lejos de restarle interés o belleza a la necrópolis, esto la llena de interés.
No me gustan las tumbas impolutas, ni la piedra pulida, prefiero que se note el paso del tiempo.
La historia del lugar viene muy bien redactada en este articulo, del que dejo enlace para quien le interese.
Comenzó a llover y nos refugiamos en uno de los balcones desde donde se tiene una panorámica espectacular de lo anárquico de la distribución de las tumbas. Hay espacios en los que no se pude pasar sin pisar alguna losa resquebrajada. Tumbas apretujadas y nichos con curiosos epitafios.
Seguimos caminando y terminamos en la zona donde los gitanos se entierran. Lejos de los colores, o tal vez por que hacia tiempo que no recibían visitas, esta zona me resulto más agradable que en otros cementerios.
En definitiva, es un lugar de rancio abolengo, con claras separaciones entre las diferentes clases sociales de la isla y preciosos panteones y esculturas.
Hice muchas fotos, así que os dejo en el enlace como siempre para verlas todas desde mi álbum Picassa pinchando Aqui

miércoles, 3 de noviembre de 2010

DÍA DE DIFUNTOS

Como siempre últimamente, voy con retraso en todo. No va a ser menos en el blog. En fin, mi admirado Thiago me recordaba en el post anterior que con lo que a mí me gustan los cementerios y estas cosas, como iba a pasar por alto el día de difuntos. Efectivamente, le contesté, este día yo no lo paso por alto ni muerto...
Día de difuntos. Las ánimas andan sueltas por la calle la noche del uno al dos, porque realmente el día de los muertos es el día dos aunque nos empeñemos en llevar las flores el uno, día de todos los santos.
Tengo costumbre de encender una velita pequeña, de esas rojas, por cada difunto en la ventana de mi casa. Es una tradición heredada de mi madre y ella de la suya. Sirve para que los muertos encuentren la luz, otros dicen que para que no entren en casa al ver una luz encendida. Que más da para lo que sirva, yo lo hago porque mi madre lo hace y para algo servirá.
Algunos piensan que tengo una especie de afición o interés, culto tal vez por la muerte, y nunca me he parado a explicar el por qué de ese interés.
Todo es un proceso que viene de lejos, desde la niñez. Como a todos, de pequeño, la muerte es algo que asusta por lo desconocido. La primera vez que vi un muerto tenía diez años. Fue a mi abuela. Llevaba el hábito de la Virgen del Carmen y los pies sujetos por una cuerda gruesa, para que no se abrieran hacia los lados. Estaba en el salón de la casa de mi tía. Todas las sillas alrededor de la caja y un extraño olor a cera o a muerte. Mi madre me dijo ¿quieres verla? y yo le dije que si. Pensé que me iba a impresionar más, pero la verdad es que no sentí miedo alguno ni ninguna sensación rara. No obstante aquella imagen dentro del ataúd me atormento noches y noches, y no por la muerte en si, sino por pensar que algún día yo estaría en el mismo lugar, con los pies atados y un habito sobre el cuerpo. No podría respirar una vez que me enterraran y si gritaba nadie me oiría. Decidí observar el comportamiento de los muertos desde ese momento, para ver si un atisbo de vida quedaba entre sus venas.
No he dejado de ver a un solo muerto al que haya acudido a despedir. Sea más o menos cercano. Solo por observar su rostro plácidamente dormido. Casi todos con un esbozo de sonrisa, algo parecido al gesto de la Giocconda.
Poco a poco fue perdiéndose el miedo. Fui asumiendo la muerte con absoluta naturalidad. Me sirvió de terapia ver que el que se va ni siente ni padece. Mortus est que non resolla, decía mi padre. No sufre, no grita, no respira, no siente frío ni calor.
Me sirvió de terapia para alejar mis tormentos, para asumir la vida con más optimismo y agarrarme a cada instante de ella, que contradicción ¿no? observar la muerte para vivir mejor. Pero analicemos que no lo es tanto. No hay nada mejor para superar un miedo que enfrentarte a él al menos en mi caso.
Muchas veces he comentado que hoy en día la muerte es tabú, algo que esta ahí, pero que se evita hablar de ello. Los niños no ven muertos. La muerte no existe. Yo tengo otro punto de vista sobre el tema. Creo que se debe vivir sabiendo que al final uno muere. Pero no sabiéndolo como teoría, sino como certidumbre. Con todas las consecuencias.
La cultura con respecto a la muerte a cambiado y en las últimas décadas todo es distinto, mas frío. No hay alma, no hay fe. No hay muerte, no hay dolor. Se pasa el entierro y lo mejor es que no haya ni luto, no vaya a ser que sintamos tristeza en este mundo rápido.
A pesar de todo esto, poco tiene que ver lo que cuento con mi interés por los cementerios. En ello no hay nada relacionado con la muerte, sino con lo artístico. Disfruto más viendo una escultura funeraria que cuatro hierros abstractos en el Reina Sofia; aunque no voy a negar que a veces paseo, solo yo y mis circunstancias, por algún cementerio grande, como la Almudena, dejando que el silencio vague alrededor de mi, distrayéndome en un epitafio, en una losa de mármol mohosa. Solo por disfrutar, por sentirme vivo. Solo por recordar que de momento yo estoy encima y ellos debajo de la tierra.

El año pasado escribí este mismo día y con el mismo titulo, aunque distintos argumentos. Invito a quien le interese a visitar aquel post.


viernes, 15 de octubre de 2010

Sociedad y Melancolía

Y es que en mis años de vida, cada vez que me paro a pensar en esta sociedad, vista con el prisma que la vea, lo único que me provoca es una profunda melancolía. Casi tristeza.
Ayer falleció Manuel Alexandre, el abuelo de voz temblorosa y gesto amable al que tuve oportunidad de ver en el teatro años atrás, junto con López Vázquez y Agustín González, todos ellos muertos. Desaparecidos. ¿Cuánto tiempo tardamos en olvidar a los grandes que se van? ¿Cuánto tardamos en sustituirlos por otros nuevos, mas jóvenes y novedosos? Ayer todo eran lágrimas y despedidas al abuelo que todos quisimos tener, mañana nadie le recordará. Esos son los afortunados a los que no se recuerda, peor son los difuntos a los que sin posibilidad de defensa, se les insulta o se saca del armario polvoriento de su casa, todo tipo de trapos sucios.
Ay! La sociedad española. El otro día, el doce de Octubre día de la fiesta nacional asistí con cierto desconsuelo al abucheo de Zapatero. No seré yo quien lo defienda, pero me hizo pensar que ese mismo abucheo le escuchó Aznar, y antes González. Ningún presidente del gobierno, elegido entre palmas y votos por nosotros mismos, ha salido en hombros de la Moncloa. Ninguno. Todos ellos has salido de la política insultados, vilipendiados y abucheados. Es triste ¿No?. Claro que mas triste es nuestra clase política enfrentada entre si y con una ciudadanía sumergida, como poco, en la indiferencia.
Crece la xenofobia. El odia a la inmigración se hace latente a cada paso. En momentos de crisis aun mas. Los políticos cada vez están mas alejados del pueblo, y mientras Belén Esteban se separa de su marido, se la entrona como princesa del pueblo y ganaría siete escaños en el congreso. Y España tiembla, o eso me creo. Porque cada vez me doy mas cuenta de que España y ya no tiembla por nada.
Melancolía.
Camilo Sexto deja los escenarios y se despide de su publico. Triste noticia para los mitómanos. Otro que se va. A este no ha hecho falta esperar a que se muera, ya le dejamos nosotros y su discográfica que se vaya antes. Eso si, el dia que fallezca llegaran los homenajes como a Urquijo y a Berlanga, que a este ultimo hasta sus amigos le hicieron un homenaje vació para vender un disco.

¿A donde quiero llegar? Pues no lo sé. A un extraño sentimiento de desconsuelo que me inunda cada vez que miro alrededor. A una critica a un mundo rápido y vacío. A una sociedad tibia y descafeinada de la que yo formo parte.
Todos lo que nos rodea se convierte en objeto de consumo rápido. Una lectura rápida de libros, para acabar con este y empezar con el siguiente. Libros y libros que se acumulan en estantes sin recordar apenas que querían contarnos Una escucha por Spotify de discos, uno detrás de otro, de fondo, sin apreciar matices.
Relaciones frías e informatizadas a través de la red. ¿Con Facebook para que voy a salir a la calle?
Un rapidez que me asusta y me aturde. No sé, creo que estoy empezando a tejer el capullo de seda que me envuelve todos los inviernos, aquel en el que me meto calentito y aislado a pensar en mis cosas, a escuchar mi música a leer mis libros y a compartir mí tiempo conmigo mismo, sin que nadie me moleste.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Etiquetándonos


En este mundo no hay nada más difícil que conseguir que alguien cambie de opinión. Incluso uno mismo esta anclado a una opinión, a unos conocimientos adquiridos y a una costumbre que imposibilita que ante fuentes distintas de conocimiento, nuestras opiniones y creencias varíen un ápice de su anclaje habitual.¿Por qué digo esto?. La idea la he tenido siempre, pero ayer, durante la jornada de huelga y tras revisar varios blogs y artículos de opinión de diferentes periódicos, me percaté de como defendemos con uñas y dientes nuestros ideales más profundos. El que es de derechas ya puede recibir la información que sea que seguirá defendiendo su opción política como la mejor. El que se auto denomina de izquierdas, ya puede vivir como un capitalista o ser pisoteado por su político fetiche, que seguirá buscando y sesgando la información para reafirmarse en sus convicciones.
¿Por qué no hablar de religión? En la película "The Body", cuando Antonio Banderas se niega a creer que el esqueleto hallado pueda ser del propio Jesucristo, y sufre por que si se demostrara todos los cimientos de la cristiandad caerían por los suelos, alguien le dice: "No sufras, no hay nada más difícil en este mundo que hacer cambiar a un hombre de opinión. Aunque científicamente se demuestre que estos huesos pertenecieron al propio Jesucristo, la fe les diría a los hombres que no, y ellos lo creerían."
Cuando alguien se aferra a sus ideales, muchas personas lo ven como un acto de fortaleza, de seguridad en si mismo: esto creo y de aquí no me apeo. Es un señor con fuertes convicciones, piensan.Sin embargo yo, el tío más relativo que existe, el que más cuestiona cualquier cosa, siempre encuentra un pero. A pesar de admirar profundamente y respetar a aquel que claramente se manifiesta, sin ápice de duda, de derechas o izquierdas, creyente empedernido o ateo total y que pisa seguro sobre cuanto ha aprendido en la vida, a mi no me gustaría encontrar ese punto en el que dejara de cuestionarme las cosas, en el que dejara de preguntarme ¿por qué me cuelgo esta etiqueta? ¿por qué doy por cierto mi idea sin pensar en lo que los demás pueden aportarme? ¿Por qué me cierro en banda a escuchar otras opiniones o puntos de vista? ¿Acaso me creo en posesión de la verdad? Así que aquí tienen a uno que cuando critican a la iglesia la defiende por que cientos de voluntarios y misioneros llevan haciendo grandes obras de caridad durante muchos tiempo y ellos son iglesia. Que cuando la defienden, la critica, porque un día fueron inquisidores y las altas esferas tienen de buenos y de pobres lo que yo de musulmán. Aquí tienen a alguien que coincide con las políticas del centro-derecha ( no de derechas) porque nos guste o no nos guste vivimos un mundo capitalista y mejor mirarlo de frente que pasarnos la eternidad pensando que podemos cambiarlo. Que defiende las ideas del centro- izquierdas ( que no de la izquierda) por que su estilo de vida y sus ideales coinciden más con la izquierda que con la derecha.
Aquí tienen ustedes, a un hombre que se cuestiona todo, sin dar nada por cierto, y que además pretende seguir así. Sin etiquetas, pero con muchas ideas., que en vez de tomar la linea recta para llegar al final, prefiere perderse por todos y cada uno de los recovecos previamente llevando tan solo como guia la bondad, la belleza y la verdad... y esta es tan relativa...

viernes, 17 de septiembre de 2010

CEMENTERIO DE SAO PAULO (BRASIL)


No, no he estado en Brasil que más quisiera yo, aunque quien sabe, tal vez en breve vaya para allá. El caso es que un amigo se ha traslado (espero que con idea de regresar) a vivir a Brasil, y fíjate que casualidad, compartimos afición por los cementerios. Conrad, así se llama él, es un tío muy espiritual. Practica Reiki (alguna de sus sesiones he probado), y transmite mucha paz, como si siempre desprendiera una especie de equilibrio, un aura blanco. Es un buen amigo que echo en falta, pero que gracias a las tecnologías parece que esta un poco más cerca de lo que realmente está. Es de estas personas que se complementan bien según con quien; si me tuviera que representar en un dibujito, lo haría como un cielo con nubes de tormenta en un día de Otoño, mi estación favorita; Conrad es el tímido Sol que comienza a dar calor en los días de primavera. Las dos estaciones olvidadas del año. (Conrad, vuélvete ya).
Y después de este pequeño homenaje - zalamería que me sirve para agradecer que me enviara desde Brasil las fotos que acompañan el post, vamos al grano del asunto. El cementerio de Sao Paolo, o necrópolis homónima, data de 1926 y registra mas de 140.000 sepulturas. Surgió por la necesidad de un nuevo lugar donde sepultar a la alta elite social de la ciudad.
En las décadas siguientes a su construcción, se fueron creando mausoleos y grandes obras funerarias para albergar los restos de militares, artistas, atletas empresarios etc. que habían prosperado después del establecimiento de la sociedad del trabajo libre . Allí descansan entre otros políticos como Pedro de Toledo y Prestes Maia, los escritores Menotti Del Picchia, Francisca Júlia de Silva y Paulo Duarte, los artistas Victor Brecheret, Aldo Bonadei y Nicola Rollo, el empresario José Ermírio de Moraes, el jurista Miguel Reale, el médium Carmine Mirabelli, entre otros. Abriga también el jazigo del general Miguel Costa, comandante de la Columna Prestes, túmulos de combatientes muertos en la Revolución Constitucionalista de 1932 y de los estudiantes Dráusio Marcondes de Sousa y Orlando de Oliveira Alvarenga, símbolos del movimiento.
No suelo ser yo muy dado a dar un exceso de documentación sobre los cementerios, ya que esta puede ser encontrada en cualquier articulo de Internet, me suele gustar mas la impresión que me provoca cada necrópolis que visito. El caso es que como en esta no lo he hecho, espero que mi amigo Conrad, en un comentario nos de la suya.
Por cierto, la foto que pongo a continuación es digna de Cuarto Milenio. Por primera vez desde que veo alguna foto de cementerios, he visto algo raro. Si os fijáis, en la pared oscura de la izquierda parece reflejarse. Decidme si lo veis y que os parece.
Para ver todas las fotos, pinchad aqui.

sábado, 4 de septiembre de 2010

EL HÁBITAT DE LA ORDINARIEZ


El otro día, uno de los tantos de mis vacaciones, estaba yo tan agobiado en la playa como de costumbre, cuando apareció frente a mí una de esas Chonis que tan mal sobrellevo. Allá llegó ella con su pelo oxigenado, su bikini de mercadillo, sus gritos, su paquete de tabaco en la mano, su cigarrillo en la boca a modo camionero y sobre todo su voz, esa voz chillona y estridente que hace que todo el mundo vuelva la cabeza a mirar esos cutre tatuajes que decoran su piel.
A mí, que tan poco me gustan las playas porque no soporto el calor ni la arena pegajosa ni los rayos de sol. A mí que me molesta más un grito que un mosquito, va la choni y se me pone delante. En ese momento pensé que mi jornada de playa, por el día de hoy había concluido; pero luego recapacité y me di cuenta que tenía ante mí una oportunidad de oro para observar y estudiar como se desenvuelven las chonis en sus jornadas vacacionales, en un hábitat diferente al habitual. Dejé reposar mi libro de Saramago sobre las piernas, me puse las gafas de sol y comencé a estudiar su comportamiento al mismo tiempo que me preguntaba como es posible el triunfo de las chonis en la sociedad actual.
Nuestra Belén Esteban particular, que como musa de todas las chonis inspira a esta que tenemos enfrente, se quito la parte superior del bikini dejando al descubierto sus tetas operadas (todas las chonis hacen Toples por supuesto) tiró el cigarro casi consumido al suelo, lo enterró en la arena con un movimiento rápido de sus pies y se sentó al sol, mientras la jauría de niños que llevaba alrededor montaban su campamento casi a mis pies y me llenaban de tierra las paginas del libro, con cada palada de arena que sacaban.
En fin, todo sea por la ciencia, pensé yo, aguantemos a ver que es lo que hace.
Como cabe esperar, a los diez minutos de observarla, llegué a la conclusión de que básicamente las chonis no hacen nada, salvo fumar mucho, gritar más todavía, y hacer gala de su ordinariez.
No quiero resultar clasista, ni que este post sea un insulto a tan sofisticada e ilustrada corriente artística, no, no. Cada uno es como es. Mi pregunta es ¿Por qué lo cutre esta tan de moda?¿Por qué se premia el chonismo en televisión frente a otras programaciones algo menos horteras? ¿Por qué nos hace tanta gracias ver a semejantes mujeres (y hombres que también tienen su aquel) comportándose de manera tan vulgar?
Las chonis llenan mercados, arrasan en televisión, pueblan bares a la hora del café, se reproducen por las tiendas de ropa china y se han hecho con casi todas las peluquerías de barrio. ¡Es como si Almodóvar hubiera asumido la presidencia del gobierno!(algo que no me extrañaría por otro lado)
En definitiva llegué a la conclusión de que si, que debo ser un clasista, que un poco de superficialidad y vulgaridad como decía Alaska, no esta mal, pero tanta ya cansa. Las chonis se creen la nuevas generaciones de las marujas, pero nada más lejos. Mas quisiera una choni tener la elegancia de una maruja.
La versión masculina la encontramos después en el marido, novio, padre de sus hijos, o lo que fuera, que apareció minutos mas tarde con la lata de cerveza en mano, el cordón de oro al cuello y la barriga redonda como un barril del susodicho liquido, y que para hacerse notar grito desde 50 metros más atrás para que todos los bañistas nos percibiéramos de su presencia.
Él sacó el móvil de la riñonera, ella el “cuore” del bolso (interesante revista para instruirse) y a pasar una jornada de playa.
Al día siguiente decidí que las playas abarrotadas no son lo mío. Que prefiero mil veces andar un poco y esconderme en algún recóndito lugar frente al mar, donde mis ojos no tengan sufrir tamaña ordinariez. Ya estoy harto de ser tan políticamente correcto ¿ME ENTIENDES!!!?

martes, 24 de agosto de 2010

El SÍNDROME DE LA HOJA EN BLANCO



Y es que es ahora y no en otro momento, cuando se acaban los días de no hacer nada y perder el tiempo en la playa, cuando uno se plantea el próximo año.
Acaba Agosto, llega Septiembre y de un plumazo el verano voló. Tanto tiempo esperando este mes y vuela. No obstante durante estos días de asueto comenzaron a afianzarse un montón de planes, de proyectos y de ideas que durante el año fui madurando pero que por falta de tiempo no concreté. Ahora llegó de golpe, a la vuelta de la esquina está septiembre, comienza el curso.
Cuando era más pequeño de lo que soy, me hacia ilusión volver al cole, estrenar cuadernos y lapiceros. Las primeras páginas las escribía con la mejor caligrafía posible, a dos colores con ese boli que tenia seis para escoger, y con el propósito de continuar así durante todo el año. Me marcaba un plan de estudios para llevar todas las materias al día, hacia los deberes sobre ese cuaderno nuevo, con renovada ilusión por el comienzo del curso Según avanzaba por las páginas en blanco, comenzaba a despistarme: un día se me olvidaba el boli, otro la regla que marcaba las lineas rectas, esa tarde aun veraniega de finales de septiembre que apetecía mas jugar en la calle que hacer deberes; y al cabo de unos cuantas semanas, el cuaderno era el mismo de siempre, garabateado y desordenado, en un choque absoluto con las primeras paginas, con el primer proyecto e intento de cambio.
Que buenos adjetivos para mi: garabateado y desordenado... en choque constante. Menos mal que crecí, y hace años que cuando empiezo un cuaderno, al llegar a la última página veo que el objetivo de mantenerlo limpio, cualquier objetivo marcado lo he cumplido.
Este año quiero volver a estrenar cuaderno. Este septiembre espero que todos los cambios que me he propuesto, no se queden entre las páginas en blanco de un cuaderno sin rumbo. Este año, este curso estoy dispuesto a que el cuaderno este en orden, desde la última a la primera página.
Chicos, chicas, amigos, amigas... Os he echado de menos!

viernes, 9 de julio de 2010

Cementerio de Alicante


Aprovechando las mini-vacaciones en Alicante, y las largas tardes soleadas que están saliendo, me dije ¿que mejor que aprovechar el tiempo dando un paseo con mi cámara por el cementerio de esta ciudad? Es extraño que habiendo veraneado toda mi vida aquí nunca haya sacado un rato para ver este lugar, pero la ausencia de referencias en la red sobre este cementerio y la playa terminaban impidiéndome ir.Por fin me lance y la impresion que me ha dado este cementerio es muy, pero que muy buena.En la puerta hay un cartel que dice que a las 7 de la tarde cierran sin avisar y que puedes quedarte encerrado dentro. La perspectiva de verme encerrado allí me pareció apasionante pero preferí darme prisa y dejar la noche para que las animas campen a lo ancho.
Lo primero que llama la atención de este lugar es el impresionante paseo repleto de buganvilias a ambos lados. Muy colorido en comparación con los cementerios del centro de España, mucho mas sombríos. Lo segundo la distribución de las lápidas, mas juntas y con distinta alineación.
Junto a la entrada principal se encuentran los panteones mas significativos. Destaca el mauseolo de Manuel Pritz, personaje reconocido de la ciudad.
Aunque no he encontrado referencias sobre el material utilizado para las esculturas, creo que debe ser algún tipo de piedra, no es mármol. El color es mas amarillento, y predominan mas que esculturas grabados o relieves en la piedra.
Algunos formatos se repiten bastante, lo que da a entender que el mismo escultor debió realizar varios encargos.
Como dato curioso resalto la costumbre de tapar con toldos o cortinillas la parte superior de las lapidas, como pequeños balcones. Costumbre que solo he observado en este cementerio.
El cementerio esta distribuido en varios patios y es bastante grande.

Pensé pasar la noche allí y campar a mis anchas entre tantísimo arte, buganvilias octogenarias y panteones grandioso, pero con todos mis respetos, a los muertos por la noche es mejor dejarlos
descansar.
Como siempre podéis ver todas las fotos pinchando aquí.

sábado, 3 de julio de 2010

Conjunciones Planetarias

Tras la conjunción planetaria pronosticada por la diabólica señorita Pajin (mira que no suelo tener manía a nadie, pero a esta...) en la que a un lado y otro del atlántico dos lideres progresistas iban a cambiar el mundo, uno como presidente de turno de la unión y otro como líder americano, uno se pregunta cuantas conjunciones planetarias nos alegran/fastidian a lo largo de la vida.
Y sin entrar en política, ya que me he prometido tocarla lo menos posible en este blog, pienso que casi todo esta en manos de una extraña conjunción, una serie de catastróficas o afortunadas casualidades.
Yo soy muy de la frase de "Dios proveerá" dando a entender que por mucho que hagamos, al final todo sale como debe salir. Cuantas veces nos empeñamos en que una relación continúe; en que un trabajo en el que ya no quieres estar dure y dure como las pilas Duracell. Cuantas veces luchamos por asuntos que ya no nos interesan tan solo por un mero afán de continuidad.
Y cuando todo se rompe, cuando aquello que no queríamos que acabara jamas se acaba, llega una situación mejor, un caos orgásmico donde todo se revoluciona y ofrece como resultado a tan compleja ecuación un nuevo proyecto. Un mundo distinto al que teníamos pero no siempre peor.
Dios proveerá, y provee siempre.
Que empeño más tonto, nos decimos ahora. Que afán de conservación, si lo que llega después es mejor. Los astros se recomponen para volver a empezar en otro trabajo, con otros amigos nuevos, en una nueva relación. Todo lleno de novedades.
¿Casualidades? ¿ destino? ¿constelaciones unidas en uno y otro lado del Atlántico?.
Cuando por fin veo el horizonte claro y se por donde tirar, ya no hay miedo al cambio, sino una tremenda ilusión por empezar de nuevo.
Llega el verano (¿llegará algún día?) y es ahora cuando comienza el replanteo del año siguiente tras el invierno tedioso y un par de meses de sol. En septiembre todo empieza de nuevo y este año, espero que los astros, dios, (o Zapatero aunque sea, ya lo dudo) van hacer que el próximo curso venga cargado de novedades y de un tiempo aun mejor que el que ya dejamos atrás.
Me interesa poco el pasado, de siempre. Y el futuro es tan incierto que ni me lo planteo mas allá de una cuantas directrices para no quedarme en la estacada. El presente es o único cierto y en el me anclo llenito de proyectos para el próximo año.

jueves, 13 de mayo de 2010

SEÑORAS

En esta tercera entrega del mes temático dedicado a las mujeres, quiero homenajear a las “Señoras que se ponen una bolsa en la cabeza cuando llueve” “Señoras que te dan conversación en la cola del supermercado, en la sala de espera del médico o en el autobús” “Señoras que te preguntan en el pueblo: Y tú ¿de quien eres?” “Señoras que quedan para andar, o que esconden el bolso cuando te ven”
Señoras, señoras y señoras. Las Señoras de entre 50 y 80 años han invadido Facebook.
Reconozco que siempre me ha llamado la atención especialmente los usos y costumbres de lo que desde hace siglos denominamos (con cierto aire despectivo, por cierto) Marujas. Ahondando por la red social he encontrado ejemplos clásicos de una estirpe de mujeres estupendas, con unas costumbres ejemplares y que pertenecen a una generación que adoro. Vamos, las madres de toda la vida. ¿O es que acaso alguno/a que tenga una madre de esta edad no hace muchas de las cosas que dicen en Facebook?. A mí, particularmente, me deja asombrado esta generación de mujeres valientes, que se ponen el mundo por montera y que curadas de espanto, ya no les importa llevar una bolsa en la cabeza o ponerse a hablar con uno en cualquier sitio.
Mi madre, gran señora de esta generación, cumple todos los requisitos para afiliarse a los 600 grupos que actualmente hay en Facebook.
De más pequeño, me hacía acompañarla al mercado a comprar para que luego la llevara el carro y que no tuviera que venir ella cargada hasta la casa. (por los dolores y todo eso).
Me volvia loco:
-Pide la vez en la pescadería mientras yo voy a por la fruta
-Pero Mamá …
-Venga.
Y allá que ibas tú con 14 años a gritar entre todas las Murujas: ¿Quién da la vez?. Te quedabas allí esperando para soltarle la vez a la siguiente señora y volver y con tu madre.
Al regresar, allí estaba ella, hablando con cuatro o cinco. De política, de religión, de los precios imposibles del mercado, de los hijos, del marido … tienen conversación para todo y lo fuerte es que no se conocen de nada, como mucho de la cola de espera. Pro cierto ¿Nunca os habéis preguntado porque las señoras siempre van a los puestos que más gente tienen y donde más tienen que esperar, cuando hay otros vacíos?. Es una duda que me asalta desde la infancia.
¿Y el médico? Aun hoy, si mi madre me acompaña al medico, no me deja hablar. Ella cuenta los síntomas, desde que estoy malo, y hasta el diagnostico:
-Ya le he dicho que esto es un resfriado, pero se ha empeñado en venir, cuando con unos Gelocatiles ..
-Pero Mamá, déjame que se lo diga yo.
Y lo fuerte es que luego se hace la ofendida. “Claro, que no se me explicar ahora”… Las señoras que hacen todas estas cosas, son estupendas. Algunas veces, hablando con mis amigos, nos reímos (sanamente) de cómo todas ellas se parecen tanto. Todas las madres, al menos por aquí, cuando éramos pequeños y hacíamos alguna trastada, muy ofendidas decian:
-¡Cualquier día me lío la manta a la cabeza y me voy, que me tenéis harta!- y yo pensaba a donde ira esta mujer con una manta en la cabeza. Todas las madres tenían mantas para liarse a la cabeza e irse. Grandiosas nuestras señoras. ¿Y los dolores? Si a una le duele algo a la otra mucho más. Si una tiene un hijo con carrera y bien colocado, la otra, mejor aun. Son competitivas ellas. ¿Y cuando salían corriendo detrás de uno con la zapatilla en la mano?
En fin, podría poner mil y un ejemplos en los que seguro muchos os veríais identificados, pero con mirar alrededor, ir a misa o a una boda, podremos disfrutar nuevamente de las geniales señoras que tanto nos dan. Además desde que han surgido en Facebook las observo más y me doy cuenta de que son la caña..
Hoy, quiero romper una lanza a favor de las Señoras Españolas. Esas estupendísimas mujeres que siempre cocinan bien, que se ahuecan el pelo hasta lo imposible, que leen moviendo los labios, que hacen “cocretas”, que se ponen la chaqueta sin usar las mangas y muchísimas más cosas de las no nos acordamos, porque sin estas señoras, que sería de nosotros …
Os dejo un corto muy bueno sobre el tema.

lunes, 10 de mayo de 2010

ELENA

Si hay algo que uno no olvida nunca, eso es su primer amor. El mío se llamaba Elena y recuerdo como si fuera ahora misma el color de su piel, la profundidad de sus ojos y hasta su aroma. Usaba una colonia que se llamaba Musk y que olía ropa limpia.
¿Qué tendría yo? Probablemente catorce o quince años, no más. Acababa de empezar el instituto y no conocía a nadie. Allí llegué yo, el raro, vestido de negro y con el pelo cardado. Todo el mundo tenía la misma cara de no saber muy bien a donde mirar. Iban nombrando desde la puerta y te asignaban el grupo con el que pasarías los próximos años, y entonces la vi. Tan rara como yo. Recuerdo que iba con un pantalón ancho negro, una camiseta de Siouxie, unos guantes con los dedos cortados y el flequillo con un cardado imposible. La vi y me enamoré. Sí, es verdad, yo no creo en el amor a primera vista, pero con quince años eso pasa. Desde que crucé una mirada con ella, mi único objetivo fue conquistarla.
Por desgracia no nos tocó el mismo grupo, así que como me moría de vergüenza si tenía que ir a lo bestia y presentarme, me hice amigo de sus amigas en cuestión de una semana, y se dio el caso de que me hablaba con todas menos con Elena. Un día, después de tres meses, ya no pude más y como que no quiere la cosa, me acerqué a ella temblando, con un nudo en la garganta y una tensión nerviosa al borde del ataque, y le dije que me gustaba. Elena no se sorprendió lo más mínimo, al revés, me dijo que ya lo sabía, que todas sus amigas se lo habían dicho y que estaba encantada de conocerme.
Quedamos una tarde. Hacia frío y nada más romper el hielo de la primera conversación, ella se acercó a mi y me dio la mano. Pasamos una tarde y otra. Una semana y otra. Un mes y otro, y todo se acabó.
Hace años los noviazgos no eran como ahora. No te acostabas a la primera, solo ibas de la mano y te dabas algún beso que otro. Así que ese fue nuestro fugaz noviazgo: hablábamos, nos reíamos, nos cogíamos de la mano y poco más; hasta que llegó otro más mayor y más guapo y me la quitó.
Durante varios días después fui a su barrio solo para verla salir del portal, imaginando una reconciliación de novela que nunca llegó y volvía a casa cantando una canción de mi grupo preferido, los secretos. Si, esa misma que esta sonando ahora mismo.
Nunca he vuelto a sentir aquella sensación. A pesar de buscarla, nunca más me enamoré de la misma forma. He querido más, cierto. He mantenido relaciones más serias y duraderas que la de Elena, que no fue mas que un amor de adolescencia que visto con la perspectiva del tiempo, hoy hubiera pasado sin pena ni gloria; sin embargo ese nudo, esa sensación de felicidad, ese no sé qué, no lo he vuelto a sentir nunca. Supongo que solo será cuestión edad.
Olvidar la relación de dos meses con ella me supuso años. De hecho, aun cuando me la cruzo (y ni siquiera nos saludamos), la miro y nuevamente algo se mueve por dentro. Guardo en casa las cuatro fotos que nos hicimos en un foto matón del barrio, sonrientes, adolescentes...
Dicen que el primer amor no se olvida nunca, muchas veces pienso que hubiera pasado si ella me hubiera hecho caso. Nada, me contesto, seguro que estaría en el mismo punto que estoy ahora. O no.
Así pues, mi primer amor se llamaba Elena. Era una chica estupenda y guapísima. Morena, de pelo liso y flequillo cardado, ojos oscuros y labios gruesos, Y tan guapa y especial que nunca he conseguido olvidarla del todo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Mamá

Ha llegado Mayo. El mes de las flores y, para mí, también de las mujeres. ¿Por qué?: Comenzamos el mes con el día de la madre; en este mes también surgió mi primera amor, murió Lola Flores …. En fin que es un mes que inevitablemente me parece dedicado a la mujer. Es por esto que voy a intentar dedicárselo en el blog todo lo que pueda, y si tengo ideas para conseguirlo, durante todo el mes las entradas hablaran de ellas. Un mes temático.
Y si hay una mujer en mi vida por excelencia, de la que nunca dejé de estar enamorado y a la que quiero por encima de todo, esa es mi madre. Sí, ya lo sé, para todo el mundo su madre es muy importante. Pues para mí también. Creo que nunca cortamos el cordón umbilical y ahí seguimos, unidos como cuando aun habitaba en su barriga.
Por suerte, aunque mayor, mi madre aun vive y espero que dure mucho. El recuerdo de ella más remoto es en la casa de campo, con un bañador morado y una especie de gorro de tela estilo Grace kelly, cortando flores o barriendo la gran explanada. También tengo como en fotogramas la imagen suya bailando con mi padre en las fiestas del pueblo. Aunque parezca mentira, también me recuerdo también a mi mismo en la cuna, una especie de armazón metálico situado bajo la ventana de la habitación de mis padres. Podéis suponer que todos tenemos millones de recuerdos con nuestras madres.
Las madres, su aroma, y su especial forma de cuidarnos. Es sabido que cualquier animal cuando nace, distingue perfectamente el olor de su madre y la identifica. Sabe que junto a ella nunca correrá peligro. A los humanos nos pasa igual, distinguimos con los ojos cerrados su olor, esa mezcla de jabón de Marsella, perfume y un toque especial que cada una aporta. Aun con mis años (que aunque no son muchos ya soy mayorcito), si estoy un poco flojo me arrimo a ella, dejo que pase la mano por mi pelo y vuelvo a la niñez. Otra vez quiero que me cuide.
¿Y cuando estoy enfermo?. Ella siempre llega con la taza de caldo a tiempo, con la mano fría sobre la frente para aliviar la fiebre o con la infusión de menta, miel e higos que aprendió de mi abuela y que alivia la tos. Mi madre. Mis amigos dicen que estoy enmadrado porque todos se han independizado y tienen la rigurosa comida familiar una vez a la semana para ver a sus madres, mientras yo, independizado y todo, como y ceno todos los días con ella, cuando no me quedo a dormir todavía en casa un par de veces a la semana. Que le vamos a hacer, estaré enmadrado. Todavía dejo unos días de mis vacaciones para irme con ella a la playa, saco ratos libres para ver juntos una obra de teatro o ir al cine de vez en cuando, pero aun así creo que no le dedico todo el tiempo que se merece. Este mundo va tan rápido que …
Ahora se ha convertido con los años en una señora estupenda pero algo gruñona, con peor humor muchas de las veces y un poquito más seria. Discutimos muchas veces porque hace oídos sordos a lo que no le interesa oír. Escucha las noticias en la radio y luego nos las cuenta a su manera y a mi me hace gracia porque la mayoría de las veces no acierta. Así que se enfada porque dice que la tenemos por tonta. Los años no perdonan para nadie. Nos da de vez en cuando algún susto con la salud, protesta porque el médico no la deja tomar sal y se pasa horas y horas leyendo. Toma más medicinas de las que debe porque siempre le duele algo, salvo cuando esta entretenida, y sigue disfrutando con las flores, plantando geranios o llenado el jardín de petunias. Pero en esencia sigue siendo la misma mujer fuerte, culta, entregada a sus hijos y al mundo, dulce (cuando quiere), seria cuando la situación lo requiere, educadora con sus hijos tengamos los años que tengamos, y unida a mí y yo a ella por un cordón umbilical que no nos separará jamás.
Esa es mi madre.

jueves, 29 de abril de 2010

Yo, tú, él. Nosotros, vosotros y ellos.

Dicen que formamos parte del universo. Como una molécula pequeñita de polvo, nada más, pero somos parte de él. Dicen que llegamos condicionados por el lugar. El país donde nacemos nos otorga una cultura, unas tradiciones, una lengua, un estatus social incluso. Dicen que la tierra tiene millones de años, y en un fragmento de este tiempo, mas pequeño que un segundo, pasamos nosotros, en ese instante que hemos venido a llamar vida.
Y después de esta introducción pienso yo: Si solo estamos aquí un rato ¿para qué nos complicamos tanto la vida?. Si, sé que últimamente estoy un poco negativo con el entorno, dándole vueltas al mundo como si de mi dependiera que girara, pero es que no lo puedo evitar. Veo todo raro, y no hablo de política que me ciego...
Las personas van cada una a su rollo, con un individualismo casi enfermizo. No tenemos tiempo para nada, solo para trabajar. Hoy en día el mas estresado es el triunfador. El despiadado que pisa a cualquiera para llegar la cima, es el rey.
¿Dónde quedaron otros valores? La amistad por ejemplo. Por suerte tengo grandes amigos, siempre a mi lado para cualquier cosa, pero que difícil es que surja alguno más. Todo el mundo esta a lo suyo.
Queremos tener todo regulado, con leyes que marquen hasta el ritmo de nuestros pasos: No fumes, no bebas, no salgas, no te drogues, no comas alimentos transgénicos, haz deporte, come pescado fruta y conservas: es un consejo del gobierno de España. !Pero si nos vamos a morir igual, dejadme que coma lo que quiera!
Poderoso caballero es Don Dinero. Esa la otra. La avaricia. Tanto tienes tanto vales. A mí me suele dar vergüenza decir mi sueldo, porque después de toda una vida de trabajo, todo el mundo (hasta el más desgraciado) gana más que yo. Así que ahora prefiero mentir y decir que gano todavía menos de lo que gano (que ya es decir), siguiendo los consejos de mi madre que siempre ha dicho “hijo mío, mejor que te tengan lástima a que te tenga envida, que la envidia es carrera del diablo”, y las madres nunca mienten.
Hoy en día no es una gran persona el que hace algo por la humanidad, inventa una vacuna que cura el SIDA o simplemente dedica unas horas de su tiempo a acompañar ancianos o a atender a sus padres. No, el triunfador es el que gana mucho. El que tiene un Iphone ( que por cierto, como me gusta ese móvil)o el que trabaja de las 24 horas, 23 y media. Aunque su vida sea una mierda (con perdón), el que tiene una casa más grande, un coche mejor, una vida de aparente lujo.
STOP. Vamos a parar a seco. Frena, me digo. Mira el mundo. No es que yo me haya convertido en un místico anacoreta, alejado de la realidad. Me gusta el mundo y lo que hay. Es que creo que hemos dejado de mirar las cosas sencillas, esas que si te dan felicidad: La llamada de alguien que no esperabas, el apoyo en un momento duro, una comida familiar, un poco más de humanidad, la empatía, el ponerse en lugar de el otro. (también el Iphone, porque no).
Siempre he pensado que cada persona es única, cada ser humano que tenemos ocasión de conocer es un regalo, una joya que se nos entrega para cuidarla y respetarla y, por qué no, hacerla parte de nuestras vidas.
Hagámoslo, no es tan difícil. Miremos un poco más por las personas, que si algo queda de nosotros cuando nos hayamos ido será solo el amor que aquí dejemos. Y el mundo, en ese corto espacio de tiempo que en el habitamos será, seguramente, un poquito mejor.

(Perdón si me pasé de misticismo, pero es que estamos a Jueves y me acabo de comprar un Iphone.)

lunes, 26 de abril de 2010

¡Ay, el pollo!

Cuidado chicos que con el pollo que os crecen las tetas, os quedáis calvos y os volvéis homosexuales (el que ya lo sea no tiene por qué preocuparse). Así que cuidado con estas aves.
Lo que tenemos que oír cada día de estos dirigentes cazurros de allende los mares (cuando no de los de aquí) es inaudito. Si es que lo no puede ser, no puede ser, y además es imposible. Entre curas, Evos Morales, ZPs y otros personajes de la flora y fauna de este mundo, uno no deja de sorprenderse. Dan para hacer entradas y entradas de blogs. No tienes nada más que abrir Google y te dan mil ideas. Y digo yo: ¿es qué los políticos, ya sean de aquí o de otros países, no tienen otra cosa en que pensar que en todas payasadas que se les ocurren?. Yo les voy a dar ideas. Por ejemplo podían gobernar. ¿Que tal si escuchan a los ciudadanos que les votaron y les ofrecen un pais o un mundo mejor en el que vivir? ¿ y si hacen algo para que el mundo funcione mejor, en vez de hablar de miembros y "miembras", de chupones y chuponas de la SGAE, y de jueces presuntamente prevaricadores?. Es una idea, nada más.
Pero volviendo a Evo, ese hombre primitivo que gobierna Bolivia y que maneja un vocabulario tan limitado que apenas se le entiende cuando farfulla, tiene joyas dignas de un jefe de tribu precolombina. La semana pasada Evo (que es como Eva, pero en masculino) presidió la Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático. Como era de esperar, sus amigos, los revolucionarios Hugo Chávez y Daniel Ortega, se unieron a tan singular evento que parecía más un aquelarre anti-capitalista con tintes folclóricos que una cumbre de dignatarios. Allí había mucha onda telúrica y el empeño en retornar a la semilla después de tantos siglos de humanismo que nos ha llevado hasta el progreso. A Evo sólo le faltó subirse a una pirámide azteca y comenzar a arrojar las cabezas degolladas de sus enemigos. Como echarían de menos al cuarto en discordia. Si, ese, el nuestro. El que ahora esta tan ocupado con la presidencia Europea que se ha olvidado de su país. Ah no, que antes de tan honorífico puesto que por turno le corresponde, ya se le había olvidado que tenía que gobernar.
Fue una suerte que a semejante barahúnda no acudieran ni europeos calvos ni gays, porque seguramente los habrían sometido a sacrificios humanos. Los primeros, por el pecado de haber ingerido alimentos transgénicos importados del imperio yanqui con el malvado propósito de propagar una alopecia planetaria. Los segundos, por haberse inflado a comer tanto pollo con hormonas femeninas que les ha hecha salir más plumas que a las susodichas aves de granja, transformándose en hombres con una sexualidad desviada. No lo digo yo, lo dice Evo.
Que mundo Dios mío, mires para donde mires. Menos mal que en todo país civilizado existe una oposición en los parlamentos para poner un poco de cordura. Por ejemplo en España. Menos mal que esta la oposición para poner un poco de orden. Perdón me he equivocado ¿he dicho orden?¿he dicho cordura? ¿he dicho oposición?. No me acordaba que en España no hay de eso, que la oposición esta a otras cosas, a todo el rollo ese de gobernar a costa de lo que sea. (en Bolivia para que hablar).
Donde vamos a llegar … Con vuestro permiso voy a dejar de leer las ediciones digitales de los periódicos y las noticias de Google. Tampoco voy a ver los programas súper objetivos de Inter Economía, ni los telediarios que se encargan de tergiversar todo lo que llega a sus manos. Con vuestro permiso me retiro, que es la hora de comer y hoy toca pollo con patatas (todo transgénico, por supuesto).

miércoles, 21 de abril de 2010

Un paseo por San Lorenzo

No dejo de descubrir pequeños rincones de Madrid apartados del ruido de los coches y el barullo de la gente. Cuando me apetece tranquilidad, relajación y arte que mejor sitio que un cementerio. Me quedan aun por visitar unos cuantos y uno de ellos era el de San Lorenzo y San Jose. Este cementerio escondido y antiquísimo se encuentra en el distrito de Carabanchel.
Llegué hasta allí con el coche y, tras atravesar unos enormes portones de hierro, accedí a este lugar que como todos los sacramentales destaca por lo solitario y bello. Nada más entrar, se encuentra la tumba de Raimundo Fernández Villaverde y un patio a dos alturas rodeado de nichos negros en los que apenas pueden leerse las inscripciones. Observé que la mayoría databan de principios de siglo. Me recreé en las esculturas de ángeles que son las que más me gustan. La mañana estaba lluviosa y oscura lo cual favorece a estos lugares. De este patio pasé a otro atravesando una pequeña capilla y de allí a otro hasta no saber muy bien donde me encontraba. La lápidas están muy juntas sin apenas dejar pasillo entre ellas, y los cipreses cobijan precioso panteones y desgastadas esculturas de mármol. Allí descansan aparte del ya mencionado Fernadez Villaverde, los condes de Montijo, padres de Eugenia de Montijo.
Me gustan los cementerios, los que me siguen en este blog desde el principio ya lo saben. Me relajan, me hacer tocar el suelo, sentir la finitud de la vida.
Yo, que soy persona que paso en un santiamén de la frivolidad al más absoluto misticismo, no siento miedo de estos lugares. Siempre con el máximo respeto a los que allí descansan, paseo, observo, leo inscripciones, imagino que bajo todas esas losas hay personas que algún día pensaron, sintieron y vivieron como yo.
Rotos todos los prejuicios existentes con respecto a los camposantos, un cementerio, sobre todo cuando es antiguo y tiene arte para mostrar, es una terapia estupenda, un choque frontal con la realidad que siempre viene bien.
Mis amigos catalanes, sobre todo Toni Collbató, esta haciendo una estupenda labor para promocionar las rutas europeas por cementerios, las que desde este blog me uno e incluyo un icono en lado posterior para sumarse a esta iniciativa.
Dejo todas las fotos que hice para os hagais una idea del lugar, podéis verlas pinchando aqui.

sábado, 17 de abril de 2010

¿Dónde vas tan rápido?

Eso es lo que se suele decir cuando algún bala nos adelanta por la carretera, le ves pasar de largo y al minuto le pierdes de vista. Pero yo no me refiero a eso. Me refiero al propio tiempo. Pero ¿Dónde va tan rápido? ¿Por qué corres tanto?.
Ayer salí de la oficina a media mañana. Para llegar al BBVA, sitio a donde me dirigía, tenía que cruzar por delante de un instituto justo a la hora del descanso. Allí estaban todos los mozos y mozas de 16 años al calor del sol mañanero, con un bocadillo en una mano y un cigarro en la otra. Mucho antes de pasar por delante ya escuché el barullo de voces y el griterío de los chavales. Por un instante, como un rayo, llegó a mi cabeza cuando el que estaba allí sentado era yo. Tampoco hace tanto me dije. Dudé. ¿15,16,17 años?. ¿Ya hace por lo menos quince años que yo tenía quince?. Que rápido pasa el tiempo, me dije, parece que fue ayer. ¿Por qué el tiempo va tan rápido?¿A dónde va a tanta velocidad? Con quince años me imaginaba la vida como una experiencia llena de aventuras. Montaría un negocio que funcionaria bien, encontraría a alguien con quien pasar mi vida, tendría hijos antes de darme cuenta. Viajaría por el mundo, eso si, mucho antes de lo de los hijos, y a los cuarenta por ejemplo estaría montado con un piso enorme y una vida completa. Nada. Ni me casé ni conocí todo el mundo que esperaba, sólo el que me ha dado tiempo. Lo de los hijos comprendí enseguida que no estaba hecho para mí. Y el tiempo pasó. Cuidado, me gusta mi vida, todo lo que he hecho en ella y lo que me queda; pero ¿Por qué va todo tan rápido? ¿Es que no puedo ir a la par, que el tiempo dure lo que tiene que durar?
Cuando regresé a la oficina abrí un momento mi correo y me saltó un mensaje del facebook. Que invento esto del Facebook, por cierto. Por ahí aparecen amigos de otros tiempos, de antes de que uno se reencarnara en quien es incluso. Como si se comunicara a través de la guija, apareció como de la nada un mensaje de una amiga que ya casi no recordaba. Acepte corriendo y vi sus fotos actuales: casada, con hijos, igual de guapa pero en la treintena como yo. ¡Dios mio, esta mujer! Cuantas risas juntos, cuantos planes, cuantas tardes de invierno de discotecas en discoteca. Vi toda la lista de amigos ( en Facebook solo tengo a mis amigos, nada de desconocidos) y me fui fijando en sus caras. Como a pasado el tiempo para todos. Apenas hace unos años estábamos pegando botes en cualquier alter hours de viernes a domingo, y ahora salgo un día y me harto para dos semanas. ¿En que momento paré mis salidas y decidí que estar por dejándome la piel en cualquier antro de Madrid ya no estaba hecho para mi, al menos para hacerlo todos los días?
Tic tac, Tic tac. El tiempo no se para nunca. Nunca lo dejamos atrás, bueno si, el último de nuestros días; pero el resto, como mucho, nos adelanta. Pasa a nuestro lado como ese coche bala. Pocas veces le llevamos en el mismo carril, acompañándonos. !Me falta tiempo para hacer todo lo que tengo que hacer¡ Uno se mira al espejo a diario y apenas si tiene tiempo para percatase que pequeñísimas arrugas (muy pequeñísimas desde luego) van apareciendo sin que se pueda hacer nada para evitarlo. Tiempo, tiempo, tiempo. Esos minutos que nunca tenemos, esos días que se marchan. Esas vacaciones que tanto esperas y pasan antes de que lleguen. Aquellos amigos que dejas de ver por falta de tiempo. Los estudios que se quedaron a medias por que no podías compaginar con el trabajo. La obra de teatro que retiraron de la cartelera por que un fin de semana tras otro no encontraste el momento. Aquel viaje, aquel sueño. Menos mal que para muchas otras cosas el tiempo se adapta y se pueden cumplir.
Tiempo, eso es lo que falta. Y si pudiera hablar con él le diría: Pero ¿Dónde vas tan rápido?

miércoles, 14 de abril de 2010

BERTONE DEL ALMA MÍA

Que difícil es para un creyente como yo escribir este post. Pero es que ya esto pasa del gris al negro, porque para pasar del negro al gris ya está mi blog.
Y es que ahora resulta que para este personaje, señor Bertone (que una de dos o esta tan encerrado en el Vaticano que aun no ha aprendido lo que es el mundo, o no sabe ya como justificar la pederastia en el seno de su clan) La pederastia va unida a la homosexualidad. Es decir, que un cura pederasta no lo es porque sea un enfermo sexual, o este harto del celibato. No. Lo es porque es homosexual.
Si, soy creyente. Cada vez mas Cristiano y menos Católico Bertone, pero no gilipollas como para agachar la cabeza ante estupideces como las que salen por sus santas bocazas.
Los homosexuales no son pederastas por naturaleza ni al revés. Al igual que no juzgo a toda la iglesia católica por un puñado de delincuentes (un puñado grande, pero puñado al fin y al cabo), tampoco busque usted una relación entre pederastia y homosexualidad. No señor, no es lo mismo. No creo que haga falta que se lo explique. Su iglesia sabe mucho de este tema. Homosexualidad es amor, pederastia es delito.
Le voy a dar un consejo: cuando miembros de una institución cometen un error, un error tan grande cómo abusar de menores, lo normal es que la susodicha pida perdón. Ni más ni menos, simplemente perdón que para eso son ustedes los representantes de Dios en la tierra. Bueno eso se creen, porque no creo que Dios tenga mucho que ver con ustedes. Se lo digo yo, que soy creyente y de Dios se mucho.

Ese Dios del que tanto hablan y repito, en el que creo desde que nací, no permitiría la opulencia con la que obispos y cardenales viven, ni sellos de oro papales, ni zapatos de Prada para calzar al santo padre. No.
Ese Dios, mi Dios, no juzgaría a ningún colectivo y más cuando aún si su mayor delito es amar (no juzguéis y no seréis juzgados ¿le suena?. Amaos los unos a los otros ..). Ese Dios les perdonaría a ustedes, a todos. A los pederastas y a los obispos que miran hacia otro lado, e incluso al Santo Padre. Pero a los homosexuales no. Mi Dios no los perdonaría porque no hace falta que los perdone; ya los creo el así. Son su obra, como usted Cardenal Bertone, ni más ni menos que usted.
Fíjese, en algo si coincidimos; no creo que la ausencia de celibato frene a los pederastas. Un pederasta es como un violador o cualquier otro delincuente sexual. Aunque ustedes dejaran a sus pastores mantener relaciones seguirían existiendo pederastas.
Hablan de lo que es natural o no. La homosexualidad no; pero le recuerdo que el celibato tampoco. Hablan ustedes de un solo modelo de familia, que es el motor y soporte de la sociedad, estoy de acuerdo completamente ¿Por qué no la forman ustedes mismos, como hacemos los demás?
En fin, Señor Bertone, esta claro que de esta manera mal vamos. Preocúpense de sus problemas que son muchos, pidan perdón que no cuesta tanto (hasta yo mismo lo hago si en algo le he ofendido a usted o a cualquiera que lea esto) y compórtese como la mayoría de los homosexuales, bien, o como sus misioneros, los párrocos de pequeñas iglesias, catequistas, Caritas diocesana y toda la buena gente que tiene en su seno, y no como esos pastores pederastas, obispos soberbios y ricos que sermonean y viajan en BMW, y todos esos hombres que se reúnen (con falda por cierto) a celebrar misas mientras van “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Por cierto, si usted cree que mi Dios no es el acertado, que esta mejor el suyo, entonces es que no creemos en el mismo.
Tome nota Señor Bertone si por casualidad se encuentra usted con mi blog, que es algo tan improbable como que las altas esferas de la iglesia (que no toda) se comporte de una vez por todas como Dios manda...

miércoles, 7 de abril de 2010

OBJETOS

El otro día, viendo el programa “Volver” de la primera, emitieron el particular regreso de José Bono a su tierra. Es un programa que me gusta y me disgusta a partes iguales. Hay personajes que lo hacen muy entretenido, con ese punto de nostalgia, y otros (sobre todo los mas jóvenes) que no me dicen nada. También tienen mucho que ver la tierra de donde sean para que me sienta identificado o no.
José Bono es manchego, mi segunda patria. Exceptuando a mi generación, todas las anteriores en mi familia son manchegos, así que tengo especial simpatía por aquella tierra.
Bono arregló la casa de sus padres y conservó todos los objetos que pudo formando una especie de museo en el sótano. Eso me hizo pensar que yo mismo soy un poco maniático con los objetos que tienen especial valor para mí. Lo guardo casi todo y no por un afán coleccionista, no. Guardo todo lo que tiene un valor sentimental .
Creo que los objetos poseen la fuerza de sus dueños, la personalidad de todos aquellos que alguna vez los poseyeron. Recapitulando tras la emisión, me di cuenta de que en el salón de mi piso de soltero, tras independizarme, esta el reloj de pared de mi tía y su juego de sillas y mesa, combinadas perfectamente con la modernidad de una casa de alguien joven. En el armario, amarilleando de no ver la luz, dormitan las mantelerías de mi madre, y en una vitrina, casi escondida, la vajilla de herencia que jamás uso.
Son objetos que, como un libro, narran una historia. Una historia que además va unida a mi familia. Esa vajilla de porcelana, por ejemplo. He oído decenas de veces su historia: Se la regalaron unos marqueses a mi tía abuela, que servía en su casa, como regalo de bodas. Inicialmente la vajilla tenia un montón de piezas, pero en un bombardeo durante la guerra civil se rompieron la mitad. Ahora la miro de pasada e imagino las vueltas que habrá dado por el mundo hasta llegar aquí, a “la republica independiente de mi casa”.
O el reloj, que se lo trajeron de Barcelona, y mi abuela que no sabía leer la esfera, era capaz de descifrar la hora sumando las campanadas.
Los objetos tienen el valor que su dueño quiera darle. Muchas personas los ven como chismes inservibles y al morir los padres o los abuelos, lo tiran todo, deshaciéndose de un pedazo de su propia historia.
Hace algún tiempo, cuando mi tía se hizo tan mayor y ya no podía estar sola en casa, decidió que la mejor opción era marchar a una residencia. Al no tener hijos y tener que alquilar la casa para pagar su otro hogar, nosotros tuvimos que sacar de allí todo lo que durante años fue guardando .
En una caja salieron todas las invitaciones de boda a las que asistió. Revistas, fotos antiguas, regalos tontos que durante años le hicimos envueltos algunos aun en el mismo papel. Calendarios de santos, cintas de música de su época, libros viejos y mantelerías sin estrenar.
Infinidad de objetos que fuimos incapaces de tirar porque cada uno significó algo en su vida. Todos ellos forman parte de un pequeño museo, como el de Bono, en la casa de campo familiar.
Durante varios meses, ella preguntó que fue de su vajilla, donde fueron a parar sus muebles, y sus cortinas; que si utilizábamos su mantelería que tuviéramos cuidado porque podía mancharse. Y es que en su cabeza estaba almacenado todo lo que consiguió en años.
Me encantan todos estos objetos de los que me siento incapaz de desprenderme. Verlos, revivirlos e imaginar que un pedazo de la gente que queremos, permanece vivo en nosotros, en la memoria y también en los objetos.
Algún día, nosotros, habremos acumulado sin darnos cuenta, un montón de chismes más.

lunes, 5 de abril de 2010

CEMENTERIO DE POBLENOU DE BARCELONA

En mi última visita a Barcelona, como ya comenté un par de entradas antes, aproveché para visitar con mis amigos blogger el cementerio de Poblenou. Aparte de resultar una experiencia extraordinaria por la compañía, el lugar, sin duda, es una gran paleta artística donde recrearse la vista y los sentimientos que despiertan sus esculturas y la sobriedad del lugar. El cementerio de Poblenou, del siglo XVII, es el más antiguo de Barcelona por lo que contiene muchísima historia. En el año 2004 se creó la ruta de los cementerio de Barcelona, para dar a conocer su atractivo cultural, monumental y turístico.

Se accede al lugar rodeado de altísimas paredes de nichos, con inscripciones de lo más variopintas. Mis compañeros me explicaron que el ayuntamiento instó a los familiares a que las inscripciones gozaran de cierta originalidad, y sin duda la tienen. Tras superar estos pasillos, algo asfixiantes, se accede al gran patio posterior, un lugar repletos de bellísimas esculturas, panteones, extraños nichos, epitafios curiosos y mucho espacio para deleitarse la vista. Por suerte, Toni Collbató, acababa de recibir el permiso especial para fotografíar, ya que como en todos los cementerios de España, esta prohibido hacer fotografías dentro. En esta ocasión y gracias al permiso, pudimos deleitarnos con cada ángulo y cada espacio de este maravilloso lugar. Al ir acompañado por ellos conocí de primera mano diversas historias que de otra manera no hubiera podido saber. De todo el recorrido, destacaría una escultura que creo que es la más bella que he visto jamás de todos los cementerios que he recorrido por España y que encabeza esta entrada. "El beso de la muerte" es quizás la obra escultórica más famosa del camposanto, por el impacto que crea al visitante. Representados un cadáver alado y un difunto, el ángel de la muerte se lleva las almas de los caídos al cielo, no sin crueldad. La escultura está acompañada de unos emocionantes versos de mosén Cinto Verdaguer: Mes son cor jovenívol no pot més; / en ses venes la sanch s"atura y glaça/ i l"esma perduda amb la fe s"abraça/ sentint-se caure de la mort al bes.
Después, accedimos a otra zona algo más aislada, donde el aspecto del camposanto pasó a ser algo mas kitch, pero no por eso menos interesante.
Sentí muchísimo estar tan cansado después del viaje, porque la visita me pareció apasionante y bellísima. Volveré.
Para ver todas las imágenes captadas ese día, pulsad AQUÍ
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